Así está siendo la puesta a punto del Fútbol 11 en plena época Covid-19

Aarón Siles / Castellón

Se acerca el inicio de las competiciones. Un arranque que se ha hecho esperar más de la cuenta debido a la pandemia de COVID-19 que obligó a finalizar antes de tiempo la temporada 19-20 y dejar las ligas incompletas. La nueva temporada arrancará el fin de semana del 18 de octubre con partidos en Preferente, 1ª Regional y 2ª Regional juvenil; y las ligas autonómicas cadetes e infantiles.

Durante las últimas semanas los equipos han ido preparándose para el inicio liguero en una pretemporada atípica fuera del campo que implicaba distancia social, mascarillas y la prohibición de uso de los vestuarios. No obstante, la opinión acerca de cómo ha afectado la nueva normalidad a lo que ocurre dentro del campo difiere entre los entrenadores.

Javier Cabedo, entrenador del Cadete B del CF Nou Jove, no ha encontrado diferencias significativas: “Es cierto que venían de un periodo de inactividad mayor, pero yo siempre cuento con que en pretemporada parte de cero”.

Por su parte Andrés Marcelino, segundo entrenador del Juvenil A del CF Promesas Castalia cuenta que ellos sí que han tenido en cuenta el hecho de que los jugadores vinieran de un tiempo de inactividad mayor: “Es un año atípico en todos los sentidos. Hemos tenido que adaptarnos al gran parón que han tenido los jugadores y la mayor duración de la pretemporada por el retraso en el inicio de la liga”.

Adrián Caravaca, técnico del Cadete A del CD San Marcelino, también ha tenido que alterar su preparación habitual: “Nos encontramos con un grupo de jugadores en el que la mayoría de ellos venía de un larga inactividad física. Hemos tenido que individualizar aún más si cabe, con el objetivo de no exceder la carga inicial ya que podría provocar lesiones”.

El periodo de pretemporada es el momento en el que los entrenadores buscan implantar sus modelos de juego. Se trata de unas semanas en las que, alejados del estrés de la competición, disponen del tiempo necesario para inculcar en sus jugadores aquellos aspectos básicos que definirán cómo se comporta el colectivo en los diferentes momentos del juego. Cada entrenador es único y otorga mayor prioridad a unos conceptos sobre otros.

Adrián Caravaca comenta que se centra en los ámbitos físico y táctico: “A nivel condicional nos centramos en el trabajo de acondicionamiento y prevención de lesiones. Por ahora estamos contentos porque no hemos sufrido ninguna lesión. A nivel táctico nos hemos centrado en aspectos defensivos, como por ejemplo, que los jugadores tuvieran claro cómo comportarse cuando no tuviéramos el balón, en función de la altura en el campo en la que se encuentre el equipo. También hemos incidido en las transiciones: presionar tras pérdida y ser verticales tras la recuperación. Nuestro objetivo es dominar las áreas.

Andrés Marcelino también ha destacado que el centro de atención a la hora de preparar a su juvenil ha estado en el apartado físico y lo táctico, pero sin descuidar otros aspectos,  como por ejemplo el técnico o el socioafectivo.

Javier Cabedo, del CF Nou Jove, dota a sus pretemporadas de un componente predominantemente táctico: “Preparo ejercicios donde se vean los 4 objetivos que considero más importantes, que son el tercer hombre, la presión tras pérdida, los desmarques y la defensa en zona. En función de cómo los entiendan y los asimilen los jugadores se abordarán de una forma y otra.

La llegada de la competición liguera altera la forma en la que se entrena. Una vez han quedado claros los conceptos en pretemporada, la búsqueda de los  resultados deseados y la persecución de objetivos en la tabla clasificatoria hacen que la planificación de la semana de trabajo sea diferente. El principal condicionante es el rival, los técnicos buscan puntos débiles en ellos para poder sacar ventaja.

Adrián Caravaca explica cómo es una semana de competición en sus equipos: “Evidentemente hay diferencias, ya que durante la pretemporada nos centramos exclusivamente en desarrollar nuestra identidad. Luego durante el transcurso de la competición es cierto que en ocasiones trabajamos ciertos mecanismos en base al rival, siempre en busca de conseguir nuestro objetivo. Pero quiero destacar que el morfociclo patrón en cuanto a estructura, es muy similar respecto al de pretemporada.”.

En el caso del Juvenil A del CF Promesas Castalia, Andrés Marcelino expone que el enfoque de los entrenamientos sí que varía respecto a la pretemporada: “Ya no incidimos tanto en el aspecto físico. Nos centramos en la globalidad del juego y desde ahí trabajamos todos los aspectos que contempla el fútbol, como el físico y el técnico”.

La visión del periodo competitivo de Javier Cabedo no es tan diferente a la del periodo preparatorio: “Tienen mucho desarrollo los cuatro conceptos anteriores. La principal diferencia es que llegado a este momento de la pretemporada ya tienes más o menos claro las posiciones que deben desempeñar los jugadores y en las tareas los agrupo en función de su proximidad en el campo para potenciar las relaciones que surgen entre ellos. Es un aspecto que no es tan importante en pretemporada. Por otro lado, los ejercicios van creciendo en complejidad y cuando la condición física es mejor, en algunos ejercicios aumentamos el número de series. Al final, las pretemporadas son cada vez más parecidas a la competición, porque juegas todas las semanas contra un rival. Si en pretemporada no jugáramos cada domingo, podríamos alargar los microciclos y desarrollar los conceptos a trabajar con más profundidad”.

El retraso en el arranque de las competiciones ha permitido que el periodo preparatorio esté siendo más largo. En muchos casos, los equipos han pasado de cuatro a seis semanas de pretemporada, pero esto no tiene por qué ser sinónimo de una mejor preparación.

Andrés Marcelino ve positivo contar con más semanas de preparación: “Creo que estas semanas extra nos vendrán bien para acabar de perfeccionar todo tipo de aspectos después del largo parón”.

Javier Cabedo no da tanta importancia a una pretemporada más larga y considera que existen otros aspectos más determinantes: “Por mi manera de trabajar, considero que hay otros factores, como por ejemplo la confección de plantillas, que son más importantes que la duración de la pretemporada. Contar con un grupo que lleva años junto y donde la mayoría de jugadores se conocen permite tener mucho terreno ganado”.

Adrián Caravaca tampoco ve especialmente positiva la duración de la pretemporada actual: “No pienso que el hecho de haber tenido más semanas de lo habitual vaya a provocar que los equipos lleguen más preparados al inicio de liga. Fundamentalmente debido a que las dos primeras semanas están fuera del contexto de una pretemporada. Tuvimos que preocuparnos no solo del jugador, sino también de la persona, adaptando el trabajo de forma que fuera muy progresivo sin poner en riesgo la salud del futbolista. Es más, para mí seguramente haya equipos que lleguen mal al inicio de liga, con una forma física demasiado alta y que a lo largo de la competición puede perjudicarles.

La propia competición se ha visto alterada este año por el hecho de que no pudieron concluirse las ligas de la temporada anterior. Al no producirse descensos la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana ha optado por configurar grupos más reducidos. Como ejemplo, el grupo 1 de Regional Preferente juvenil contará esta temporada 20-21 con 14 equipos cuando en la anterior estaba integrado por 19.

Para Javier Cabedo la reducción de jornadas no supondrá un cambio significativo: “El tener menos partidos no modificará nada porque los equipos ya cuentan con ello en la planificación. Aquellos que disputen un ascenso a 32 jornadas estarán en las mismas condiciones en una liga con 28. Tampoco creo que aumente el nivel, la competitividad será la misma”.

El parecer de Andrés Marcelino es otro. El técnico del filial albinegro considera que la liga tendrá una mayor dificultad: “Aunque no variará mucho nuestra planificación, por el hecho de que seguiremos compitiendo cada semana, sí que creo que el grupo puede ser mucho más competitivo que en años anteriores. Al tener menos partidos tenemos un margen de error menor.

Adrián Caravaca apunta en la misma dirección que su homólogo, pero en su caso, la planificación de la temporada sí que ha tenido en consideración la cantidad reducida de partidos. El entrenador del club valenciano espera una Regional Preferente cadete más dura: “Aún más si cabe hay que llegar a la primera jornada siendo muy competitivo. No hay margen para poder tener un inicio dubitativo o desarrollar un modelo de juego muy complejo, cuya implementación se alargue unas semanas más de lo normal. En mi opinión, este formato va a provocar que cada partido sea una final en busca del objetivo. En cuanto al nivel de la categoría pienso que es muy alto, hay muchos equipos con las mismas ambiciones y eso va a provocar que la competencia sea muy alta”.

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