Existe un número de factores que determinan si un equipo gana o pierde un partido. En las apuestas, las cuotas y probabilidades se diseñan para poder decir un resultado probable pero, ¿cómo se calculan? Te lo explicamos en este artículo.
La calculadora de probabilidades estadísticas
La potencia del equipo, la localía, el clima y el número de lesionados son algunos de los factores que se deben tener en cuenta. Mirando datos de partidos anteriores se puede predecir la probabilidad de que un resultado similar ocurra en el futuro.
Por ejemplo, si una selección ganó el 80% de los partidos que jugó de local, tiene probabilidades 4 a 1 de resultar ganador en su próximo partido en casa. Si a esto se suma que el contrario solamente ganó el 20% de los partidos que jugó como visitante, las chances del primer equipo se elevan a 8 a 1 (89%).
En internet existen distintas empresas que tienen calculadoras de probabilidades. Además, páginas de apuestas como Betwarrior ayudan a hacer este tipo de cálculos con facilidad.
¿Cómo afecta el clima al resultado de un partido?
El clima no es algo definitorio en un partido, pero tiene una incidencia en el juego. Por ejemplo, el tiempo frío puede reducir la posesión de pelota, ya que es más difícil sostener el agarre y la pelota rebota más, pasando más seguido de un equipo al otro.
Aparte del factor climático están las condiciones geográficas. Por ejemplo en ciudades como La Paz (Bolivia), la altura es un factor determinante. Los jugadores rivales deben estar en el lugar con al menos dos días de anticipación para evitar sentir mareos y falta de aire al jugar.
¿Cómo afecta jugar “de local”?
Hay un amplio debate sobre hasta qué punto la localía consiste en una ventaja, pero existe un consenso en que sí juega un papel en el resultado de los partidos.
La experiencia demuestra que los equipos que juegan de local tienden a desempeñarse mejor que cuando juegan fuera de casa.
Esto se debe a distintos factores:
- La primera teoría es que se sienten más cómodos con la superficie de juego, ya que están familiarizados con su estadio y con las condiciones de éste, lo cual constituye una ventaja competitiva.
- La segunda hipótesis es que los equipos están condicionados por la afición. Cuando un equipo juega en casa, tiene a la “hinchada” de su lado. Esto puede darles un chute de confianza y ayudarlos a mejorar su juego.
