Hasta doce equipos de Segunda Infantil renunciaron a ascender a Primera Infantil por las vacantes generadas en esta categoría. La normativa concede el ascenso directo a los 34 campeones o mejor clasificado de cada uno de los grupos de Segunda y los tres mejores segundos clasificados. A partir de ahí, todo un cúmulo de ofrecimientos, carambolas, etc, etc, que unidas a las renuncias de última hora, con plazos de inscripción en Primera ya concluidos, ha generado uno de los mayores caos en el departamento de Competiciones de las últimas temporadas. La consecuencia, el retraso del inicio de la competición dos semanas.
El cuadro preparado por Valencia Base lo explica todo. Diez equipos fueron aceptando las plazas de renuncia en Primera pasando el turno siempre según la clasificación de los mejores segundos. A última hora, tres equipos aceptan ascender por lo que de los 34 subcampeones, finamente, apenas tres en este lugar se quedan sin el ascenso. Previamente, tres campeones de grupo renunciaron a subir. Y eso que la Federació arbitró hasta el pasado 17 de julio el plazo para la inscripción de equipos en Primera Cadete e Infantil que ha sido incumplido por unos y por otros, con renuncias pasadas esas fechas, y con la liga prevista para el 24 de septiembre. El aplazamiento se hizo oficial el pasado 15 de septiembre en ambas categorías.
Todo ello generado por una Primera Infantil, sobredimensionada con 192 equipos, que exige ya el regreso al nivel competitivo pre-covid 19 con ocho grupos de 16 equipos. Y la Segunda, al igual que en Cadete, exige «un pensamiento», con una fase inicial por proximidad geográfica con ligas de 16 equipos, a una vuelta, y una segunda vuelta, con una Fase Oro -ascenso-con los 8 mejores equipos, a doble vuelta, y una Fase Plata, también a doble vuelta para competir con equipos del mismo nivel. Y de acuerdo con los grupos que salieran en Segunda, garantizando un ascenso siempre al mejor clasificado.
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