¿Qué es una buena escuela de fútbol?

El otro día en un chat de whatsapp un conocido preguntaba «¿es tal-club una buena escuela?«, al parecer un amigo suyo le preguntaba porque tal-club había contactado con su amigo para fichar a su hijo de 8 años en el mes de diciembre.

Personalmete, no contesté pero me hice dos preguntas, «¿Es normal que una escuela de fútbol llame a un padre en el mes de diciembre para fichar a su hijo de 8 años? » quizás para el Valencia CF o Levante UD en competición por la detección del talento pueda ser habitual, pero parece que para otros clubes también lo es; la segunda pregunta fue, ¿Qué es una buena escuela de fútbol?

Podríamos decir que una buena escuela de fútbol es aquella que proporciona un entorno educativo y formativo de calidad para los jugadores, promoviendo el desarrollo tanto en el ámbito deportivo como en el personal.

Pero, ¿Cómo saber si una escuela es buena o mala? Podemos establecer algunos criterios que nos podrían ayudar a identificar una buena escuela de fútbol.

Una buena escuela de fútbol debe contar con instalaciones adecuadas, incluyendo campos de entrenamiento en buen estado, vestuarios limpios en buenas condiciones y áreas para el desarrollo físico y técnico.

Además estas deben ser acorde con el número de equipos de la escuela, no es posible entrenar 4 equipos en un campo de fútbol-8. En la mayoría de casos las instalaciones de las escuelas no dependen de los propios clubs, son de los ayuntamientos, por lo que es complicado que puedan los clubes tomar ciertas decisiones sobre las instalaciones.

Muy de actualidad en los últimos meses, los entrenadores deben tener la capacitación adecuada, hecho facilmente demostrable pero ningún padre exige el título del entrenador. También debe tenerse en cuenta la experiencia y la pasión por el fútbol de los entrenadores, coordinador y directores deportivos.

Estos entrenadores, deben ser capaces de enseñar no solo habilidades técnicas, tácticas y físicas, sino también valores como el trabajo en equipo, el respeto y la disciplina.

La escuela debe tener un programa que abarque todos los aspectos del desarrollo de un jugador, incluyendo la técnica, la táctica, la condición física y la psicología deportiva.

No es lógico tomar una decisión que repercuta en el juego de los niños, en las decisiones de los entrenadores, en los entrenamientos y en el bienestar de los niños, sin tener previsto los problemas que se origen en todas estas áreas.

La escuela debe promover valores como la ética de trabajo, la integridad, la deportividad y el respeto tanto entre compañeros, rivales, árbitros y a las instalaciones. Estos valores son fundamentales tanto dentro, como fuera del campo de juego.

Como en cualquier deporte, el apartado competitivo es primordial. No debemos de olvidar que la competición es la base de cualquier deporte, se juega para intentar ganar. Es crucial que la escuela proporcione oportunidades para que los jugadores compitan y apliquen lo que han aprendido en un entorno de juego real siempre acorde a las capacidades de los jugadores y de la escuela.

La escuela debe priorizar la salud y la seguridad de los jugadores, asegurándose de que se sigan prácticas seguras y proporcionando atención médica cuando sea necesario.

La colaboración con los padres es esencial. Una buena escuela de fútbol mantendrá una comunicación abierta y transparente con los padres, involucrándolos en el desarrollo de sus hijos.

Al final como en toda actividad la opinión de usuarios y rivales es el mejor índice para medir la calidad de una escuela, ¿Qué dicen sus alumnos, ex-alumnos, entrenadores, ex-entrenadores? Investiga la reputación de la escuela, consulta opiniones y experiencias de otros padres y jugadores, de sus rivales de competición. Una escuela con una buena reputación suele ser un buen indicador de su calidad.

No se debería confundir aquí reputación con buenos resultados deportivos, aunque si que forme parte del conjunto de variables a tener en cuenta.

Es importante que la escuela no solo se centre en el rendimiento deportivo, sino también en la educación académica de los jugadores. Un equilibrio adecuado entre el deporte y los estudios es esencial, especialmente para jugadores jóvenes.

Un buen programa de desarrollo incluirá evaluaciones regulares y retroalimentación constructiva para que los jugadores puedan seguir mejorando.

Importante hoy en día, porque no decirlo, habrá que tener en cuenta el aspecto económico, ¿cuánto estás dispuesto a pagar?. Ya que existe un amplio rango de cuotas por temporada, desde 400.-€ a incluso 1.000.-€.

Teniendo en cuenta que lo caro o barato siempre es una apreciación en función de los servicios que se ofrecen.

Una vez analizadas todas las anteriores variables, está la parte personal, la elección de una escuela de fútbol también dependerá de los objetivos y la finalidad que busca cada familia en el fútbol. ¿Qué se busca? Competición, hacer deporte, relaciones sociales (ir con los amigos), extra-escolar (estar ocupados hasta las 7 de la tarde), etc…

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor introduce tus comentarios
Por favor, introduce tu nombre aqui