Vuelta a la competición tras el confinamiento: Dónde estamos y qué nos espera

Entrenamiento con conos

La vuelta a la competición tras el confinamiento aún es una incógnita. Aún se está debatiendo  sobre partidos a puerta abierta o a puerta cerrada o si por el contrario se da por nula la temporada. Esto en el plano de ligas profesionales, la vuelta del fútbol base es más incierta aún, pero parece que va en camino de suspenderse también. No obstante, según Salvador Gomar, presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, la intención es terminar las competiciones de la mejor forma posible, siempre que no se ponga el riesgo la salud, ya sea antes o después del 30 de junio.

Otro asunto que se encuentra en el aire, es la vuelta a los entrenamientos. Seguimos a la expectativa de saber cuál será el protocolo de vuelta, pero parece que será de forma paulatina, primeramente de forma individual, después grupos reducidos y más adelante el equipo al completo aunque con ciertas medidas preventivas.

Vamos a analizar aquí por un lado cuál es la situación en la que nos encontramos, y por otro cuáles serán los posibles escenarios que nos podemos encontrar. Es necesaria esta reflexión para prevenir posibles lesiones en nuestros jugadores, ya que tenemos que ser conscientes que nos encontramos ante casi 2 meses de inactividad deportiva.

En cuanto a la situación que nos encontramos, muchos son los clubes que han tomado medidas en lo referente a mantener la actividad de los jugadores, y están enviándoles planes de entrenamiento o llevando a cabo planes de entrenamiento vía vídeo llamada. No obstante, este tipo de entrenamientos son demasiado genéricos y alejados de la realidad del contexto del fútbol. También se debe tener en cuenta el escaso material con el que cuenta, por tanto la calidad de un buen trabajo de fuerza se ve limitado. Además, tenemos que tener en cuenta que algunos jugadores están pudiendo acceder a un entrenamiento que les permite no bajar en gran medida su rendimiento, pero hay otros casos que no se están adoptando esta clase de medidas.

Siguiendo en la línea de la situación actual, paso a analizar las carencias de entrenamiento que se están dando.  Debemos tener en cuenta que patrones específicos del fútbol como puede ser golpear un balón no se están dando (en algunos casos puede que sí pero sigue siendo de manera descontextualizada).  Otros patrones como aceleraciones y desaceleraciones a alta velocidad, cambios de dirección o sprints de más de 10 metros (este último el de mayor importancia) tampoco se están dando. En este sentido,  Requena y cols. (2017) concluyen que tras un periodo de inactividad deportiva la capacidad de aceleración o fuerza explosiva disminuyen.

En lo que se refiere a la capacidad aeróbica/anaeróbica, Joo (2016) nos muestra que una semana de desentrenamiento redujo la capacidad de repetir sprints (RSA) en jugadores bien entrenados. Por su parte, Mielchiorri y cols. (2014) nos muestra un estudio en jóvenes futbolistas donde se estudiaron los efectos de un periodo de más de 4 semanas de desentrenamiento, y resultaron en bajadas significativas en el VO2máx (valor fisiológico de medida de la capacidad aeróbica).

Por último, en lo referente al peso de los jugadores, es importante que los jugadores sigan cuidando su alimentación puesto que según Suarez-Arrones y cols. (2019) en un estudio realizado a jugadores de la Serie A tras un parón de 5 semanas activo (tenían un plan de entrenamiento), se vieron pequeños aumentos en el porcentaje de grasa. Aquí debemos tener en cuenta que nuestros jugadores no son profesionales y puede que no tengan ese grado de responsabilidad y que quizás alguno no esté realizando ese descanso ativo, por lo que el aumento en el porcentaje de grasa puede ser mayor, lo cual acompañado de una disminución de la masa muscular facilita aún más este aumento (descenso del metabolismo basal).

Una vez mencionadas todas la carencias asociadas a este periodo de inactividad deportiva, tenemos que pensar en cómo afrontar los dos posibles escenarios, tal y como plantean Sarto y cols. (2020). El primero de ellos será poder terminar las competiciones teniendo que acabar en un corto periodo de tiempo (este hecho también se está debatiendo) un gran número de partidos con el riesgo de lesión que eso conlleva, puesto que interactúan un gran volumen de minutos y un bajo acondicionamiento físico y táctico (lo cual lleva a una mayor fatiga física). El segundo escenario será que este periodo se alargue y se anule la temporada. Esto implicará una disminución más acentuada de los valores fisiológicos por la continuada inactividad.

En el primer escenario, se van a tener que tomar medidas aceleradas y quizás violar en cierta medida el principio de entrenamiento de progresión. No obstante la realización de pruebas para valorar el estado del jugador será de gran ayuda, para detectar a los jugadores menos preparados ya que pueden estar en mayor riesgo de lesión. A esto se les deberá realizar un trabajo a parte y bajar la carga de minutos competitivos.

Otro aspecto fundamental será el trabajo de la velocidad. Sería conveniente realizar un análisis de la técnica de carrera en el sprint, se pueden haber modificado patrones por la pérdida de fuerza. Siguiendo en el trabajo de esta capacidad, deberemos atender a un  incremento progresivo de sprints, no realizar sprints máximos al principio aunque la competición lo requiera. En tareas de velocidad más contextualizadas (ej. oleadas 1×1/2×2) quizás sería interesante disminuir grado de complejidad e intensidad y comenzar por tareas con poca o nula oposición. Por lo que se refiere al trabajo de fuerza, también será importante seguir incidiendo en el trabajo de fuerza, también progresivo, sobre todo en isquiotibiales.

Para el segundo escenario, podrá ser tomado como una ‘’pretemporada más larga’’, en el que el incremento de cargas sea más progresiva. No obstante, estaremos en la mismas a no ser que la Federación reestructure el sistema de competición (que quizás sería conveniente), tendremos los mismos plazos (sino menos) de entrenamiento que para una pretemporada normal, con lo cual, realizaremos una pretemporada corta.

En este sentido, podría ser un error tratar de recuperar todo el trabajo que no se ha hecho o intentar ‘’cargar’’ en mayor medida a través de mayores volúmenes de trabajo (dobles sesiones). En este sentido, Rafel Pol (2011) dice que «la pretemporada es un proceso de readaptación del jugador a la actividad deportiva y un proceso de coadaptación entrenadores-jugadores’’. Sostiene que las tareas propuestas deben atender a un número reducido de lanzamientos, saltos, remates, y de todo el resto de acciones muy explosivas para ir progresando hacia tareas de mayor intensidad.

Campos (2019), propone comenzar la pretemporada  con tareas en espacios más amplios de 10×10 y con automatismos de ataque para poco a poco ir progresando espacios amplios y posesiones 8×8 y automatismos de ataque-defensa. Por último acabar las últimas semanas con espacios más reducidos donde se den acciones más agresivas de alta carga fisiológica como son las aceleraciones y deceleraciones y transiciones ataque-defensa.

Como vemos, en ambos escenarios encontramos aspectos parecidos, no obstante existen matices a los que hay que atender en función de cual se presente. No existe una fórmula mágica que no sea crear una base de entrenamiento e ir progresando poco a poco, aunque podemos encontrar algún autor que aboga por intensidades altas tras un periodo de descanso (Christensen, 2011). No obstante parece sensato ir incrementando esas cargas para reducir el riesgo de lesión, es decir, no volvernos locos cuando comience la competición y llevar a cabo prácticas extrañas.

A modo de conclusión, por el momento debemos ser capaces de mantener activos a nuestros jugadores jóvenes y estar encima de ellos durante este periodo, puesto que esta situación supone una gran alteración en su vida y les puede llevar a adquirir malos hábitos, con las consecuencias negativas que ello conlleva tanto en el plano físico, como en el académico, social y psicológico. Además deberemos de estar expectantes y tener puesta la vista en el futuro y estar preparados para afrontar los dos escenarios posibles. A partir de aquí, intentar adaptarnos los máximo a lo que nos venga y empezar a construir ‘’con paciencia y buena letra’’.

Artículo elaborado en exclusiva por Jorge Porcar. Coordinador de Preparación Física en Primer Toque CF

REFERENCIAS

Campos, M. (2019). Reflexiones sobre la teoría y práctica del entrenamiento para el fútbol actual. MCSports

Christensen, P. M., Krustrup, P., Gunnarsson, T. P., Kiilerich, K., Nybo, L., & Bangsbo, J. (2011). VO2 kinetics and performance in soccer players after intense training and inactivity. Medicine and science in sports and exercise, 43(9), 1716-1724.

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