La Cátedra del Deporte de la Universitat Politècnica de Valencia, con la que Valencia Base y Castellón Base mantienen una alianza estratégica, ha elaborado un Certificado de reapertura segura de instalaciones deportivas que pretende servir de ayuda para los centros deportivos. Cuenta con el apoyo de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID) y de la Asociación Española de Empresarios de Servicios Deportivos a las Administraciones Públicas (AEESDAP).Tanto desde la Fneid como desde la Aeesdap consideran que este Certificado de reapertura segura de gimnasios e instalaciones deportivas puede resultar muy útil para ayudar a las entidades a ofrecer tranquilidad a sus clientes. César Iribarren, director de la Cátedra del Deporte de la UPV, analiza los detalles de este proyecto, que podría ver la luz de modo inminente.
¿Cómo surge la idea de hacer este certificado?
En la Cátedra del Deporte de la UPV llevamos desde el 2004 en contacto con muchos actores del ámbito de la organización de eventos y de la gestión de instalaciones que nos hacen trabajar líneas de investigación para garantizar la seguridad y excelencia en la gestión de las entidades deportivas. La incertidumbre por el COVID-19 se transformó en la petición de un empresario con instalaciones deportivas preocupado la salud y la integridad de sus trabajadores y clientes. Quería que se introdujera un procedimiento, una metodología de evaluación, para que no hubiera relajación a la hora de tomar medidas sanitarias y que se cumplan las órdenes que dicte el Ministerio de Sanidad.
¿A grandes rasgos, qué supondrá este protocolo?
Esperamos a que el Ministerio de Sanidad, junto con las autoridades autonómicas correspondientes, den por válido un protocolo que deben cumplir todas las instalaciones para poder abrir y todos los eventos deportivos para poder realizarse. En el momento en el que se publique, manejamos varios borradores en los que el 90% las medidas están ya muy desarrolladas.
¿Cómo lo aplicarán en cada centro?
Lo que haremos será formar, en cada instalación o evento deportivo, a un auditor interno que se responsabilizará del seguimiento de ese plan que exige el Ministerio. Ese auditor interno nos tiene que mandar evidencias gráficas: fotografías de las medidas implementadas, o bien los pdf o e-mails donde conste que se ha hecho una formación interna a los monitores, gente de recepción, de mantenimiento y limpieza, administración y servicios. Con estas evidencias, chequeamos lo que demanda el plan con las pruebas gráficas y documentales, y si realmente se cumplen estas condiciones para la apertura, damos el visto bueno y certificamos que ese día, en tal fecha, esta instalación ha enviado las evidencias suficientes como para garantizar el cumplimiento de ese protocolo oficial.
¿Cuánto tiempo se deberá cumplir?
Habrá, porque sucede, momentos de relajación. Nos tendrán que mandar evidencias a lo largo del siguiente año y medio, hasta diciembre del 2021, para ver como van adaptando todas las medidas en función de las diversas fases de la desescalada, incluso cuando se llegue a la total normalidad, pues habrá que examinar las medidas residuales que queden. Lo que queda claro es que habrá medidas que durarán hasta medio plazo y otras deberán perdurar en el tiempo. Durante este año y medio, el cuerpo de auditores de la Cátedra del Deporte se desplazará sin avisar, y de forma anónima, a todas las instalaciones para comprobar que la realidad se corresponde con las evidencias gráficas y documentales que nos han ido mandando.
¿El objetivo final es ofrecerle una mayor tranquilidad al cliente final?
Exactamente. Al empresario no le interesa tener el mínimo problema posible en su instalación porque si no se la cierran. Quiere que sus usuarios tengan tranquilidad y poder demostrar que ofrece un buen servicio. Eso no quiere decir que no se vaya a dar ningún caso de COVID-19 en su instalación, porque puede venir alguien de fuera que sea asintomático y tenga el virus. Una cosa es poner todas las medidas que marque el Ministerio de Sanidad para minimizar el riesgo al máximo, otra es lo que pueda suceder cualquier cosa ahí dentro por un factor externo. Con todas las medidas que va a sacar Sanidad se minimiza mucho el riesgo de contagio, pero hasta que no se implementen los tests masivos siempre habrá la posibilidad de que venga alguien infectado pero sin síntomas.
¿Este protocolo es de aplicación obligatorio para todos los centros?
Sí. Son medidas obligatorias, claro. En breve, el Ministerio de Sanidad, a través de las Comunidades Autónomas o de los servicios territoriales, emitirá una orden de obligado cumplimiento. Una instalación no puede abrir si no cumple esas indicaciones. Estamos esperando que esas medidas, como ya ha ocurrido con la restauración, se adapten también a la realidad de los centros deportivos. Cuanto antes digan el plan, ese será el margen de maniobra que tendrán las entidades para ir poniendo en práctica las medidas y poder enviarnos a nosotros las evidencias para que las podamos ir viendo y demos los certificados. Todos necesitarán un tiempo para implantar las medidas. Las instalaciones que quieran tener esa garantía trabajarán conjuntamente con nosotros hasta el 31 de diciembre de 2021.
¿Este protocolo es de aplicación para todos los centros o hay diferencias en función del tipo de entidad?
Hay que distinguir entre el deporte profesional y de alto rendimiento y el que no lo es. Entre FNEID y AEESDAP reúnen 500 grupos empresariales con 5.000 instalaciones en toda España, pero al ser un servicio público queremos ser útil a todo el tejido deportivo. Las instalaciones tienen unas particularidades: un club náutico es diferente de un gimnasio de barrio. Pero hay medidas troncales exactamente iguales: la gestión de las salas de actividades bajo techo, los vestuarios, los accesos, los espacios comunes… y luego ya viene la casuística de cada deporte. Entendemos que todos los borradores que manejamos hacen distinción a esas normas de obligado cumplimiento por todos y de adecuación a la disciplina deportiva, y entendemos que el Ministerio debe ir en esa línea. Pero a día de hoy no hay nada oficial y todo son borradores que coinciden en mucho. Hará falta ver esa letra pequeña que es lo que se está demorando.
¿Hasta que no se obtenga ese certificado no se podrá abrir una instalación?
No es eso. En otros sectores, las instalaciones se abren con una declaración jurada del responsable del negocio. Ahí indican que su negocio cumple todas las condiciones de apertura según la normativa que sea. Con el certificado lo que hacemos es pedir ver lo que cada centro declara. Por eso exigimos evidencias gráficas y documentales. Cuando vemos que se ha hecho correctamente, emitimos el certificado conforme se está cumpliendo e iniciamos un proceso de año y medio de control. Simplemente para detectar se hace lo que toca y para evitar que haya relajación. Un montón de industrias crean protocolos internos para garantizar la calidad del servicio o del producto. Esto es un protocolo interno para garantizar que se cumplen las normas de garantía higiénico sanitarias.
¿Qué ocurre si una empresa, en medio del proceso, se relaja y no cumple con todas sus obligaciones?
Si la no conformidad es menor, se le da un tiempo para que modifique y subsane esa no conformidad menor. Y si es una no conformidad mayor, hacemos público y le quitamos nosotros el reconocimiento. A partir de entonces ya es un problema que puede tener si recibe una inspección de Sanidad o de Trabajo. Nuestra responsabilidad es sobre el certificado que dice que cumple.
¿Ve factible que se alarguen protocolos de este tipo al largo plazo, más allá del COVID-19?
Seguro. Nadie pensábamos que para coger un avión íbamos a pasar las medidas de control que se pasan ahora, y que nacieron por los atentados del 2001. Hoy ya estamos acostumbrados. En el pasado Mundial de fútbol de Rusia había medidas de seguridad en el acceso a los estadios que estaban fuera de lo común. Y el diseño de los campos tenían espacios antiavalanchas, muchas puertas de salidas de emergencia… una serie de medidas que han emanado de tragedias como la de Heysel o Hillsborough. Seguro que esta pandemia, no solo en el deporte, también en la restauración, hostelería o eventos musicales, traerá medidas que se quedarán en el tiempo. Están por ver, pero ciertas medidas de distanciamiento social o higiénicas, se van a redoblar o a exigir otras complementarias seguro. Esta pandemia es un toque de atención. Tal vez en 18 meses o unos años llega otro virus. Lo que seguro es que no les pillará desprevenidos. Tendrán mecanismos de prevención acordes, harán acopio de medidas higiénicas de detección de riesgos biológicos.
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