Cada maestrillo tiene su librillo (los cambios volantes en F11)

Con la entrada en competición de la 1ª y 2ª Regional tanto en categoría cadete e infantil este fin de semana se ha puesto en marcha el sistema de cambios volantes para estas categorías de Fútbol11.

Una iniciativa que partió del propio presidente de la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana, Salvador Gomar, tras una petición de su homólogo del club CDJ Collvert para tratar de dar minutos a todos los jugadores de la plantilla de un equipo aunque, especialmente, para «dar oxígeno» a los conjuntos con escuadras más ajustadas en cuanto a efectivos.

En Valencia Base, hemos estado atentos a esta circunstancia viendo in situ como los entrenadores han hecho uso de esta posibilidad que les permite el Reglamento. En los distintos campos que hemos visitado, el desarrollo del partido no se ha visto afectado por los cambios ilimitados siempre imperando el buen criterio del técnico de no utilizar esta nueva opción reglamentaria para propiciar interrupciones o pérdidas de tiempo deliberadas. Siempre ha prevalecido el interés formativo.

En cuanto al momento de realizar los cambios, no ocasionó grandes problemas para los árbitros, ya que fueron realizados correctamente por los equipos aprovechando momentos puntuales, como faltas, saques de puerta o momentos del juego parado para sustituir a los jugadores. Todo ello sin las conocidas ventanas, término que nos acompañará en el fútbol del presesente y del futuro, que sí rigen en otras comunidades como Cataluña o Andalucía para regular los cambios volantes, a diferencia de la Comunitat Valenciana donde son ilimitados.

En los encuentros que pudimos observar ya vemos diferencias en como los entrenadores gestionan los cambios.

Por un lado, entrenadores que realizan los cambios de forma similar al fútbol-8, con cambios ya en la primera parte, y gran rotación de jugadores durante todo el encuentro, saliendo del terreno de juego casi la totalidad de jugadores del equipo inicial en algún momento del partido. Incluso jugadores jugando en distintas posiciones en fases del partido.

Por otro lado, entrenadores que optan por una postura más conservadora, no realizando los cambios hasta la media parte y realizando cambios puntuales de jugadores en la segunda parte. Incluso con apenas jugadores que tuvieron la oportunidad de saltar al terreno de juego en dos ocasiones tras formar parte del once inicial.

Dos formas diferentes de gestionar la nueva norma que irá en consonancia con diferentes aspectos, el nivel similar de los jugadores del equipo, el resultado del partido, la filosofía de la escuela, o la forma de juego marcada por el entrenador.

Habrá que ver como evoluciona la gestión de los cambios a lo largo de la temporada y cual de las dos opciones acaba imponiéndose. Una novedad sin lugar a dudas importante en Primera y Segunda Cadete-Infantil, consideradas más formativas y menos competitividad, como Autonómica y Preferente Cadete-Infantil que mantienen su límite de 16 convocados y no los 18 como en Juvenil descartándose en aquellas categorías el problema de dejar fuera dos jugadores pese a ir convocados.

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