La responsabilidad de los clubs, clave en el nuevo proyecto para el fútbol 8

Buena iniciativa la de la Federació de Futbol de la Ccmunitat Valenciana de reestructurar las categorías de Fútbol 8 para la próxima temporada. Es importante destacar que dicha reestructuración viene de la mano del Comité Deportivo formado por los clubs para lograr los siguientes objetivos:

  • Favorecer la competitividad en varios niveles (la competición será más real)
  • Dar mayores oportunidades para la formación y progresión de los jugadores (igualar lasa posibilidades de los equipos y los clubes)
  • Evitar sobre-presión (reducir las goleadas)
  • Eliminar ascensos y descensos (Categoría PREFERENTE “Superliga”)

Todos estos aspectos en teoría van encaminados al mejor desarrollo de los jugadores/niños, evitarles la presión que suponía ascensos y descensos, reducir las goleadas al ser grupos más igualados y favorecer la igualdad de los equipos de un mismo nivel para que la competición sea más real. Además también se trata de que los jugadores, cada uno según su nivel, tengan más recursos para poder progresar y aprender teniendo en cuenta que habrá más igualdad en el desarrollo de la competición.

Hay aspectos muy positivos en la medida. Los niños a esas edades tienen que disfrutar del fútbol, del deporte, nada más, olvidarse de las consecuencias si su equipo subirá o bajará de las repercusiones que para la escuela tendrá. Pero hay que ser también realista esta presión no se la autogeneran los niños, viene de su entorno, clubes, entrenadores, padres.

En este caso, los clubs, como entidades formativas, tendrán aún mayor responsabilidad ya que según su criterio tendrán la oportunidad de situar a sus equipos en las ligas que le corresponden. Ahora bien, en este sentido, la Federació, como vigilante de la competición, deberá velar por el fair play, en este caso, el buen hacer de los clubs que deberán conocer mejor que nadie las posibilidades reales de sus equipos. Y evitar que clubs ofrezcan la opción de jugar en una Preferente Alevín segundo año fichando a un sinfín de jugadores. Para ello, quizá, una medida interesante sería establecer que al menos el 75% de los jugadores de los equipos de Preferente Alevín segundo año hayan formado parte del club la temporada anterior.

¿Se evitará que los clubes vayan buscando jugadores para sus equipos? ¿Se evitará que los padres vayan buscando equipo para sus hijos? ¿Se evitará que se celebren triunfos como finales de la Champion?

El propio sistema debe ser vigilante y ver la evolución de los equipos con la opción, incluso, de prohibir a una escuela competir en esa liga en la que se ha inscrito a un equipo de menor nivel que el esperado. No creemos que la Federació tenga medios para revisar las fichas de los jugadores y baremar a priori a un equipo. Por ello es clave el criterio del club que más que nunca deberá ser realista ante las “falsas expectativas” de padres que creen tener un crack en casa.

Tal vez el problema no esté en el sistema de competición sino en los intereses que hay en el fútbol base. Niños que cambian de club cada año, captación de niños en edades muy temprana. La competitividad no está reñida con la formación pero siempre un niño disfrutará más cuando el partido está igualado. Los clubs, una vez más, se erigen en los principales protagonistas a la hora de situar a los niños en la liga más acorde a su nivel. Ningún profesor de natación se atreve a poner a un alumno en un grupo con compañeros que saben ya nadar muy bien.

Posiblemente sea el mejor sistema para regular la competitividad. En la Comunitat Valenciana, como en el resto de España, las grandes canteras dominan el fútbol de sus respectivas zonas e incluso más allá de las mismas. La extinta Super Liga se había convertido en un coto cerrado de los grandes (Valencia CF, Villarreal CF, Levante UD y clubs conveniados o asociados). Seguramente la Preferente Alevín segundo año será copada por estos clubs y algunos más de Alicante y Castellón que han marcado excesivas distancias respecto a sus equipos de la provincia.

En los niveles A, B y C en las tres provincias, para igualar aún más la competición, sólo hay que seguir las experiencia en la Liga Valenta (Fútbol femenino), como en prebenjamón de Castellón, con un primera fase a una vuelta en grupos por proximidad geográfica, para delimitar los equipos el nivel de los equipos, y una segunda fase donde confeccionando los grupos en base a la clasificación de la primera fase, los equipos que ocupen los primeros lugares de cada uno los grupos competirán en un liga Oro, los intermedios irían a la Liga Plata y los siguientes a una liga Bronce. El resultado en Castellón ha gustado mucho a los clubs, y se han evitado resultados excesivamente abultados.

Una propuesta sin lugar a dudas generosa para el fútbol formativo de la Comunitat Valenciana. Esperemos que se haga un buen uso, con responsabilidad, para que cada minuto de un partido sea aprovechado al máximo. Y esto ahora es un valor añadido que sin lugar a dudas apreciaremos mucho por las circunstancias que nos han correspondido vivir.

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