Esta semana hemos conocido una campaña que denuncia el mal comportamiento en la gradas por parte de los padres, pidiendo un hijo a su padre, «Papá, no vengas a verme«, me gustaría hacer una reflexión en positivo.
Como padre a mi me gusta ir a ver jugar a mis hijos, me gusta animarles, me gusta que compitan, sencillamente, me gusta hacer cosas con ellos. Creo que el deporte base es una forma de conciliar familiarmente a los que por nuestro trabajo y obligaciones no podemos ir a recoger o llevar a los niños al cole, o pasar más tiempo con ellos.
Me parece perfecto todas las medidas y campañas para evitar comportamientos hooligans, pero también estaría muy bien concienciar a los padres de que vayan en positivo, de compartir los buenos momentos que tiene el pre-partido, el partido y el post-partido, sin importar el resultado del mismo.
Es más, creo que los que realizan ese tipo de malos comportamientos son una minoria, hay que reconocer que en una gran mayoría los padres somos unos fans incondicionales de nuestros hijos, y eso nos ayuda a madrugar para ir al partido, a hacer malabares para cuadrar horarios, a trabajar para sacar ese extra que permite pagar la matrícula, las cuotas, incluso las botas que les gustan.
En mi caso, además mis hijos son felices cuando voy a su partido de fútbol, quieren y me piden que vaya a animarlos, saben que soy su mayor fan.
No criminalicemos a los padres, ni el deporte del fútbol, en realidad somos los mayores fans de nuestros hijos.
¡¡Hay que animar a los padres/madres y no criminalizarlos!!
Miguel Ángel López (padre)
