Gomar (FFCV) debe ejercer de capitán

La Federació de Fútbol de la Comunitat Valenciana ha optado por liderar el partido de los sentimientos y la solidaridad hacia los clubs afectados por la dana. Como publicábamos la pasada semana, más de 300 equipos de la provincia de Valencia van a tener complicado mantener su actividad deportiva debido a que no tienen instalaciones donde entrenar y jugar.

Se ha creado un Comité de Crisis donde están los estamentos del fútbol español, la RFEF, la Liga y las federaciones afectadas. Se han activado mecanismos de recaudación de fondos mediante bizum, filas cero, se van a organizar partidos con fines solidarios (recaudación de la vuelta de los cuartos de final de la Liga de las Naciones en Valencia el próximo mes de marzo), un canal de comunicación para que los clubs que puedan cedan instalaciones…Todo esto está genial pero hay que ejecutar el Plan Marshall del fútbol valenciano.

La gran mayoría de las instalaciones afectadas son de propiedad municipal. Ello supone que cualquier decisión adminsitrativa sobre la misma (contratos de obras) tenga que partir del ayuntamiento. Ahora bien la maquinaria administrativa de las entidades locales afectadas por la dana tendrá que recibir el apoyo y “empuje necesario” para que los campos de fútbol totalmente destrozados puedan acoger entrenamientos y partidos de fútbol una vez renovados o rehabilitados tras la correspondiente actuación que deberá pasar por el filtro de la burocracia legal y local. Y todos sabemos lo qué cuesta, sobre todo, en plazos administrativos, ejecutar una actuación como un cambio de césped artificial y en este caso una instalación totalmente nueva. Será complicado que un campo devastado pueda reabrir sus puertas esta temporada o que, incluso, esté listo para septiembre.

Dinero, estamos convencidos, no va a faltar. Pero la burocracia administrativa debe prepararse. La Diputación, la Generalitat e, incluso, el Gobierno de España, deben implicarse para si es necesario “asumir competencias municipales” que permitan que ese dinero se ejecute pronto. Será muy complicado que muchos equipos culminen sus ligas si no tienen los campos abiertos y ya veremos qué ocurrirá la próxima temporada.

Mientras tanto, también, allí donde se pueda, para garantizar la cercanía a las familias afectadas, los colegios pueden ampliar sus horarios de apertura para que los patios se conviertan en espacios de entrenamientos y el fin de semana, por ejemplo, jugar los patidos como locales en la cancha del rival. Esto, para que el fútbol sirva de válvula de escape por los efectos beneficiosos del deporte. Nos comentaba un club afectado que cualquier acuerdo entre los mismos para la cesión de instalaciones debe comunicarse a los ayuntamientos de ambas entidades por cuestiones de seguro y también por ser menores de edad.

Lo dicho. Salvador Gomar, presidente de la FFCV, debe dar un paso más para que las administraciones con medios y “con nuevas competencias por la situación de emergencia” se vuelquen con los ayuntamientos para agilizar plazos de concesión garantizando principios de concurrencia y máxima transparencia.

Un convenio-marco entre Diputación de Valencia y Generalitat, con los ayuntamientos implicados podría servir de referencia, con la financiación garantizada por parte de todos los que puedan ayudar (RFEF, LaLiga y Consejo Superior de Deportes). Fórmulas las hay. En este caso solucionemos el partido por la vía rápida, con antelación, sin ser menester ir a la prórroga. Gomar, esta misma semana, debe pedir una reunión ya con la Generalitat, una vez hechos los cambios en el Consell, la Diputación y el CSD para que las administraciones actuén con diligencia y rapidez por el bien del deporte formativo en esos municipios, más allá de gestos y acciones solidarias. El presidente de la FFCV, como buen futbolero que es, debe ejercer de capitán de un equipo resolutivo.