Tres equipos del mismo club en el mismo grupo.
En una liga federada en la que la competitividad debe ser la premisa fundamental porque entendemos que formarse es también saber competir (ganar y perder) llama la atención que prevaleciendo esta temporada el criterio de proximidad geográfica en Fútbol 8, en un mismo grupo haya tres ó dos equipos del mismo club.
Veremos cómo desde la misma escuela se entrena para competir o formarse o, por el contrario, el mismo encuentro de liga del fin de semana se convierte en un entrenamiento más entre compañeros del mismo club.
También habrá que comprobar el aliciente entre entrenadores y jugadores a la hora de preparar y «trabajar» desde el lunes el partido oficial entre los que están entrenando a tu lado durante toda la semana.
La provincia de Castellón ha decidido ir por su cuenta en las ligas de Fútbol 8. El sistema de Valencia y Alicante, con la Super Liga desaparecida, consiste en inscribir a los equipos en tres niveles. El sistema funcionó razonablemente bien la temporada pasada y las dos provincias aludidas han seguido por ahí. Castellón, no.
Se ha optado por otro sistema, una primera vuelta clasificatoria confeccionando los grupos por proximidad geográfica para dar paso a una segunda fase en la que con la provincia como circunscripción se jugará en una liga de acuerdo con el lugar obtenido en la primera fase que, por cierto, verá como equipos de clubs competitivos que han preparado una pretemporada acorde a su nivel deberán de bajar el pistón, al menos, hasta el mes de diciembre.
Esto del fútbol es parecido ya al buenismo que impera en nuestra sociedad cuando abordamos asuntos relativos a la juventud. Demasiada protección. «Prefiero que me goleen cerca de casa que lejos», hemos llegado a oir.
Comodidad, proteccionismo, en fin, no pueden estar por delante del trabajo de aquellos clubs que pagan tasas a los ayuntamientos y cobran cuotas a sus jugadores por entrenar y competir ganando o perdiendo partidos el fin de semana.
Un nuevo experimento en el fútbol base de Castellón. Equipos de determinados clubs, por razones de proximidad, deberán jugar contra rivales muy inferiores sólo por hacer cumplir el principio de cercanía geográfica.
Las goleadas, en este caso, pueden ser de escándalo si se enfrenta, por citar un ejemplo, un equipo del Villarreal CF, CD Castellón o Primer Toque CF contra conjuntos de un nivel bastante inferior sólo porque forman parte de la liga clasificatoria en la primera fase debido a una cuestión de kilómetros.
La temporada pasada, desde un primer momento, había cierta exigencia al ser ligas por niveles pese a la que la Federación ha sostenido que los clubs siempre han tendido a inscribir a sus equipos en categorías inferiores al preferir ser cabeza de ratón y no cola de león.
Es una evidencia que si los méritos deportivos desaparecen (ascensos y descensos como en la exitinta Super Liga) no hay sistema de competición perfecto. Surgen entonces las propuestas y los experimentos con el fin de igualar algo que la competición o la labor de los clubs ya igualaba.
Entendemos que en estas categorías es una situación complicada jugar a las 10 un partido en Nules desplazándote desde Morella o viceversa (120 km y 1hora 30 minutos ida). Pero de ahí a que tres equipos del mismo club de Vinaròs se vean las caras en una misma liga choca con la premisa competitiva.
Se trata, sobre todo, de tener en cuenta las estructuras de determinados clubs que necesitan medirse, competir y comprobar cómo su trabajo tiene un premio. La Federació Valenciana de Fútbol debe tener en cuenta a estos clubs y poner contrapesos en la balanza para que nadie responsabilice y culpe siempre a los mismos de goleadas. Si lo hicieran bien, todo podría ajustarse mejor, cada uno a su nivel, y siempre medido en términos deportivos que es lo que reza en la web federativa: «Competiciones» y no «Agrupaciones».