Dentro del mundo de los aficionados al fútbol siempre se compara el fútbol de hace unos años con el actual. El fútbol de antes era mejor, el actual es más físico, antes había más juego, indicando como en el pasado existía determinado tipo de jugador que en la actualidad no existe.
Michel González, gran jugador del Real Madrid, especialista en poner grandes pases desde la banda que eran aprovechados por sus delanteros, en una entrevista se refería a la perdida de este tipo de jugador, con precisos centros de lado a lado del campo.
Otro de los casos más citado es el jugador desequilibrante, el regateador puro, tipo Onésimo o Mágico. En la actualidad, quitando jugadores top, existen pocos jugadores especialistas en estas habilidades.
Muchos ponen como causa de extinción de este tipo de jugadores a las escuelas de fútbol, que actualmente priorizan más el juego combinativo sobre el individualista corrigiendo en todo momento por parte de los entrenadores actitudes que lejos de ser creativas pueden considerar egoístas.
Otro tipo de jugador que también se dice en extinción es el del delantero centro rompedor, el nueve de toda la vida, robusto, tanque, con gran juego de cabeza y con instinto rematador, y que luchaba cuerpo a cuerpo con los centrales, que primaría sobre el actual 9 con un juego más combinativo, más hábil, jugando de espalda y descargando el balón al centro del campo o a banda, incluso mayor movilidad cayendo a banda.
Siguiendo con los tipos de jugadores en extinción, estaría el portero dominador de su área por alto, un portero sin miedo a salir en los balones por alto. Y que incluso, a diferencia del portero actual, siempre estaba bajo palos, poco dado a mover el balón a sus centrales con los pies sino más bien lanzamiento largo.
¿Son falsos estos mitos? O realmente es cierto.
Posiblemente el cambio en el tipo de fútbol en varias décadas también influya en este aspecto. No es el mismo fútbol de ahora que el de hace veinte años o treinta años, han cambiado muchos aspectos.
Por ejemplo, comentado con un entrenador de porteros, hacía la siguiente reflexión sobre el juego de portero. Antes las defensas no jugaban tan adelantadas, los delanteros por tanto se situaban dentro del área y los balones bombeados eran una forma de ataque, con lo que tenían más oportunidad de salir a por el balón.
Según esta explicación también podría ser la causa del extinción del delantero centro clásico, con defensas más adelantadas y líneas más juntas, es necesario un jugador con mayor movilidad, menos estático.
Viendo partidos en el fútbol base se observa la ausencia del tipo de jugador individualista, pocos detalles se ven en los partidos, posiblemente el boom del tiki-taka haya fomentado el abuso del toque de balón, no fomentando a jugadores “chupones”.
¿Qué pasa si es que de verdad estamos abortando verdaderos talentos? ¿Alguien le dijo en su día a Mágico González “basta ya, pásala a tu compañero»?
El exceso de formación según comentan aficionados castiga a este tipo de jugadores, fomentándose a jugadores más correctos, más combinativos, menos imaginativos, además de la ausencia de partidos en la calle, donde todo vale.
Sin embargo, estos mismos aficionados parece que están de acuerdo en que los jugadores actuales son más completos técnicamente en la globalidad de los aspectos del juego, jugadores más formados y físicamente más preparados.
También es cierto, que el recuerdo a veces nos engaña, idealizamos algunas imágenes de tiempos pasados que revisadas en la actualidad posiblemente nos harían cambiar de opinión.
Aunque bien es cierto como curiosidad que cuando vemos una zancada de Mbappé o una genialidad de Messi rememoramos el fútbol de antes porque si bien es cierto que el fútbol es un deporte de 11 contra 11, a veces, la individualidad del genio decanta un partido. Y eso será siempre así.