Así de emotiva es la carta que una familia del club ilicitano SCD Intangco le ha enviado a Jose Cabrera, entrenador de su hijo en el Prebenjamín A del club (niños de 9 años).
La verdad es que en esta «locura» en que algunos padres, entrenadores y clubs convierten el fútbol base, un poco de humanidad, sentido común y agradecimiento es agradable de leer.
No debe ser fácil formar, educar a niños en edad prebenjamín y benjamín, algunos lo consiguen, que menos que recibir el agradecimiento de sus padres, en una actividad que en la mayoría de los casos no está suficientemente retribuida.
Y aunque parezca mentira, sin hablar casi de fútbol.
Buenos días Jose;
Llevo días queriéndote escribir, pero todavía no había tenido la oportunidad de hacerlo. Ya me contó mi hijo en cuanto llegó del entreno la semana pasada que el próximo año no estarás con ellos, bueno en cuanto entró por la puerta al ver su cara y sus ojillos llenos de lágrimas sabía que algo pasaba.
Sabemos las circunstancias que te han llevado a tomar esta decisión y son totalmente entendibles, tienes todo nuestro apoyo y cariño para cada proyecto en el que estés. Particularmente nosotros queríamos darte las gracias por todo este tiempo, estamos convencidos de que nuestro hijo sigue practicando este deporte gracias a ti.
Todos los niños son especiales y mucho más a esas edades, donde se les empieza a forjar su carácter (que te voy a contar a ti que no sepas), pero es verdad que hay ciertas personalidades que no son fáciles de tratar y mi hijo es uno de esos casos, él es muy sensible, todo le parece injusto, se cree que su verdad es absoluta y le cuesta reconocer sus errores, pero también es un niño muy leal, comprometido y muy respetuoso.
El fútbol (muy en contra de lo que yo pensaba) y tu como su entrenador, le habéis ayudado mucho a gestionar su frustración y su competitividad que no era sana, además del problemón del miedo escénico y la vergüenza desmedida de los primeros partidos que le impedían jugar, todavía recuerdo su cara descompuesta y como te lo ponías a tu lado en la banda para intentar que no se desconectara del partido para aprovechar la mínima para intentar que volviera a entrar.
Él ahora es un niño que rara vez se pierde algo que le gusta por vergüenza (sigue trabajándolo), que es capaz de pedir solo en un restaurante o en una tienda, que se expresa en público y tu y el deporte que le apasiona habéis tenido mucho que ver. Supongo que a veces no eres consciente de cuanto puedes influir en un niño, por eso nos parecía importante decírtelo.
Nos encantaría que pudiera decirte a ti lo que nos dijo a nosotros cuando se enteró de que te ibas, pero supongo que no pasará porque todavía esas cosas le cuesta hacerlas, aunque nosotros le propondremos que hable contigo, porque es bueno que se acostumbre a agradecer lo bonito que hacen por ti en la vida.
Nos dijo que se sentía triste de que te fueras porque tu sabías mucho de fútbol, ya los conocías, decías las cosas con respeto (aunque a veces les gritabas en los partidos, jejeje) y lo más importante que él contigo se sentía cómodo y seguro y que hacías jugar a todos los niños y que no te importaba se son mejores o peores.
A esa edad que tu hijo te diga que se siente cómodo y seguro es de las cosas más importantes que un padre o madre puede escuchar.
Como familia queremos agradecerte también tu paciencia, tu dedicación y profesionalidad, a veces los padres/madres nos ponemos un poquito tontos, pero como eres padre también nos entiendes algo, esperamos no haber contribuido nunca de forma negativa a la convivencia del equipo y mucho menos a tus criterios como entrenador.
Nuestro hijo es hoy un niño comprometido con el deporte y con el equipo, no ha dicho ni un solo día que no quería ir a entrenar, siempre se fue a dormir a su hora cuando ha tenido partido, se ha alimentado de forma adecuada para estar listo para jugar y aunque ahora ha de gestionar su diferencia de físico cosa que le frustra bastante, sigue enamorado y enganchado a este deporte (ojalá le dure) y pensando en como entrenar este verano para chutar más fuerte la temporada que viene, como familia no le podemos pedir más.
Gracias por estos años y por formar parte de la vida y la formación de nuestro hijo. Un abrazo.
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