Emilio da Silva es un caso especial ya que en el mismo club, CF Cracks, es jugador, entrenador y padre de un niño-jugador. Juega en el Cracks Amateur y entrena a los más pequeños, los querubines de la escuela de Cracks, al Alevín B y al Benjamín A, en el que además juega su hijo, Erik.
Quedamos para realizar una videoconferencia para comentar las vivencias de un padre-jugador-entrenador en el confinamiento. Concretamos la cita a las 17:00 ya que tiene previsto entrenar a las 18:00 con uno de sus equipos mediante la herramienta ZOOM. Conectamos y Emilio, aparece con la camiseta de entrenamiento de CRACKS y una pequeño balón, que durante la conversación acariciará, abrazará, parece que le hace compañia, se siente más cómodo con él en los brazos.
Después de 6 semanas de confinamiento, Emilio, nos comenta como está viviendo la experiencia, «para nosotros, realmente si no fuera por la malas noticias, ha sido bastante llevadero, no hemos modificado la vida demasiado, al no tener familia en España, no extrañamos las visitas a familiares, ya que el contacto siempre ha sido por videollamada, además al haber estado jugando mucho tiempo al fútbol, también siempre hemos hecho mucha vida familiar.»
Destaca entre los aspectos positivos del confinamiento «esto ha servido en algunos casos para convivir con la familia, para poder hacer cosas con los hijos y la familia que habitualmente no hacemos, desayunar, hacer deberes, comer, merendar, jugar a con los niños un poco a fútbol» Comenta Emilio, «que dentro de lo malo que está pasando, haya servido para reforzar la familia, no es mi caso ya que estoy mucho en casa, pero en otros casos, espero que habrán tenido la posibilidad de convivir más, jugar con sus hijos, conocerse, ya que en muchos casos los padres vienen van y no tienen ese tiempo para compartir con los suyos.»
Pregunta – Ya en el aspecto deportivo, de la tres facetas, que tienes, como padre ya sabemos ahora te toca ejercer más incluso, pero de entrenador o de jugador ¿que echas más de menos?
Si me lo preguntases hace un año- Emilio duda-, no lo tendría tan claro, pero hoy por hoy, los chavales, porque a pesar de enseñar, aprendes, aprendes mucho, el cariño que te dan, para mi es una de las cosas que echo de menos, el estar con ellos, el interactuar».
Emilio puntualiza, que sus entrenamientos (como jugador) «todos los aspectos del fútbol me apasionan, tanto el aspecto físico como con el balón, el balón parado, disfruto tanto en los partidos como en los entrenamientos.»
Repasamos un poco su trayectoria como jugador, mientras conversamos, acaricia la pelota con sus manos. Nos relata sus comienzos en Uruguay, como su abuela Clara le llevaba desde pequeño a los entrenamientos, ya que su padre por el trabajo poco podía acompañarle, recuerda como su abuela, que le encantaba el fútbol, a pesar de las limitaciones se las ingeniaba para acompañarlo y verle jugar con el transporte público, o incluso andando treinta «cuadras«. Comenta un poco las vivencias como en la serie Apache (narra la vida del Apache Tévez, en su barrio de Fort Apache), jugar en el campito, un balón para todo el barrio, los enfados de su madre por no llegar a tiempo o por haber faltado a la escuela.
Ya en el aspecto profesional, debutó en el primer equipo del Club Atlético Progreso de Montevideo, en segunda división uruguaya, logrando el ascenso a primera, pero posteriormente descendió a segunda. En segunda, la economía del club no daba para un sueldo para poder vivir cómodamente. En esas fechas, ya había nacido su hija Carol. «En ese momento a mi cuñado, Fabián Cannobio, de Peñarol lo ficha el Valencia CF, y es él que nos propone venir, lo hablamos con María(su pareja), y como teníamos un apoyo en Valencia, decidimos venir»
Pero no fue todo fácil, a su llegada estuvo cuatro meses esperando para hacer el NIE, por ser extranjero solo le permitían jugar en Preferente, «Empece entrenando en Cracks, solo entrenando, un sponsor del equipo Serranos me dio trabajo y a partir de ahí ya pude jugar, empecé en la octava fecha y salí máximo goleador de la Preferente, un muy buen año, lo pasamos de lujo» Recuerda que jugaba algún entrenador actual de Cracks com Chus y Abu.
Es por medio de Juan Carlos Garrido, director de la escuela del Villarreal CF y actual entrenador del Wydad de Casablanca marroquí , que se fija en él y lo lleva al Villarreal CF, como no era posible jugar en 2ºB, ni tercera, fue al Villarreal C, donde estuvo dos años. Recuerda que subía a entrenar con el primer equipo con Forlán, Pires, Tacchinardi, era la época del Villarreal de Champions. » Fue una buena experiencia, ya que entrenabas igual que el primer equipo, entrenabas en el C, pero todos los entrenamientos eran iguales, subías a entrenar con el primer equipo y eran los mismos ejercicios, entrenabas como un equipo profesional».
Después de esos dos años, «salí al CD Buñol, también en Preferente (los papeles le impedían jugar en una categoría superior), donde jugué con mi cuñado Carlos, con el que ya había jugado en Progreso, hicimos promoción y de ahí al principio de la siguiente temporada ya vino el Olimpic en mi busca y firmé»
«En el Olimpic, ascendimos a Tercera, dos años en tercera y subimos a Segunda B. En el Olimpic, ya llevaba cuatro años, y a pesar de estar muy a gusto y la directiva también contento conmigo, necesitaba cambiar de aires. Salió la oportunidad del SCR Peña Deportiva, en Ibiza, con un buen proyecto, e hicimos una temporada espectacular quedamos primeros con muchos puntos de diferencia, hicimos promoción y en último partido, en el minuto 94, 0-1 ganando en el campo del Lorca, nos empatan y se perdió la oportunidad de subir» Emilio se retuerce al recordandolo, de nuevo vuelve a coger el balón con las manos.
Da Silva recuerda todas las promociones que jugó, y a pesar de haber perdido en algunas, recuerda que es una experiencia espectacular, incluso perdiendo.
Luego pasó por Cullera, At. Saguntino, CD Segorbe, CF Cracks, CD Acero dos años, el segundo ascendiendo a Tercera, Alginet y otra vez a CF Cracks. «Mucho camino he recorrido» Emilio valora su experiencia y recuerda que en los momentos menos buenos, lo sembrado durante toda su carrera siempre ha habido alguien que le ha ayudado.
P- ¿Qué experiencia destacarías más en lo deportivo y en lo personal? ¿de qué logro tienes mejor recuerdo?
R- Es difícil, para mi fue todo bueno. Imagínate desde los cuatro años» Otra vez recuerda a su abuela Clara» me llevaba de la mano recorriendo 30 cuadras para ir a la cacha».
Emilio duda, no sabe que momento elegir. «Me quedó con lo de mi abuela (se emociona) que me llevaba a todos los campos, me traía la fruta, en invierno su café, no tenía medios iba en autobús una hora y pico para verme»
«La más triste la de la promoción con la Penya Deportivas y la mejor cuando subimos a segunda B con el Olímpic, no era por lo que habíamos conseguido, aunque llevaban 20 años sin estar en 2ªB, el pueblo entero estaba allí, mi familia, pero fue por la gente, los padres, los abuelos, todos lloraban y fíjate te daban las gracias por hacer lo que más te gusta. Te levantaban y te sentías como soy Messi; en ese momento quizás no lo saboreas tanto, pero una vez pasado el tiempo te juntas con compañeros y recordás anécdotas» puntualiza. «En el fútbol -prosigue- al final lo que se recuerda son las cosas buenas, las victorias, las cosas que conseguiste»
P- ¿En cuanto a esta temporada como te lo planteas?
R-Realmente no me lo planteo, ha pasado a ser secundario, lo importante es que todo vuelva a la normalidad, que lo niños puedan disfrutar, que puedan ver a los abuelos, a la familia.
P- ¿Si finalmente se juega como encararías los partidos?
R-Si dan el OK para jugar, bajo ciertas responsabilidades, habrá que jugar, como decimos en Uruguay, una vez en el campo, no te conozco, sos mi hermano, pero si te tengo quedar una patada…el rival es rival.
Incluso en los entrenamientos con los niños si nos dan medidas y nos dicen que los niños han de estar separados, pues nos las ingeniaremos como sea, si un niño tiene que estar a dos metros del otro y no pueden tener contacto pues ya nos las ingeniaremos.
P- Como entrenador de niños, ¿cómo está siendo la experiencia?
R- Satisfactoria 100%, nos llaman entrenadores, pero nosotros a esta edad somos educadores, lo que intentamos es reforzar lo bueno que los niños traen de casa, valores y reconducir en algunos casos, es difícil, por que son muchos niños y no todos son iguales.
Aprendiendo un montón, porque de los niños se aprende muchisimo, tienen esa bondad, ese estar que no se piensan, dicen las cosas de corazón.
Emilio recuerda la anécdota de un jugador suyo, Giaime, que no había marcado gol en la temporada, y cuando marca su primer gol, se fue hacia él a abrazarle para celebrar el gol. «Estaba toda su familia, sus padres, su hermano, pero se vino hacia mi», se emociona recordándolo y finalmente sonríe «algo bien estaré haciendo».
P- Entrenando en fútbol 8, en una etapa formativa ¿qué intentas transmitir a tus chicos y qué aspectos priorizas tanto en tus entrenamientos, como en los partidos?
R- Yo siempre intento programar los entrenamiento de la semana, del mes, en base a situaciones de partido, situaciones que se van a encontrar en el partido, que la puedan resolver naturalmente; les corrijo, pero intento corregirle lo menos posible, que ellos sean libres, que tengan decisión propia.
Que el niño que tenga que regatear que regatee, que el que tenga que tirar un caño, que lo tire, pero que sepa las consecuencias de que si el caño sale mal, o el caño donde lo puedo tirar. Puedo regatear en el área, pero si sale mal o la recupero o me pueden marcar. Decidle al niño no hagas eso, estás limitando al niño a hacer lo que vos queres, no lo que el quiere.
Transmito lo que me gustaba a mí, claro todo con un orden, cierta disciplina, pero si te tienes que pasar a dos, pásate a dos, hoy en día quien se pasa a dos, nadie, Messi y poco más, es lo que está desapareciendo.(meditando….) Yo por lo menos, a día de hoy, me gusta decir que contribuyo a ello.
Insiste en su filosofía de fútbol «Al final los partidos, cuando vas subiendo para arriba lo que desequilibra es el uno para uno. En partidos donde está todo estudiado, la táctica del rival, la zona de cada jugador, pero el uno para uno, eso no se puede estudiar. Es el que rompe líneas, el que rompe espacios. Por ejemplo, en mi equipo si mi defensa sale con el balón, yo no corrijo a mi defensa, corrijo al medio centro que debe ocupar la posición del defensor.»
Remarca su labor como entrenador «No decidir por el niño, que el niño cometa errores, que el niño piense porque cometió error y cuando le toque la misma situación, él la solucione.»
Ya llevamos treinta minutos de conversación, y le tengo que recordar la hora, pero está a gusto hablando de fútbol, de su filosofia, se le ve disfrutar, «dale, hasta las seis tenemos tiempo»
P- En cuanto a los niños, otro aspecto que podriamos destacar es el encasillar a los niños en posiciones de juego tempranamente, por ejemplo, un niño obediente, disciplinado suele aplicarse en posiciones defensivas, un niño poco disciplinado, anárquico, se le encasilla en posiciones delanteras, ¿Es cierto o es una percepción mia?
R- Es una percepción de la mayoría, el más disciplinado siempre está de medio campo para atrás, porque queremos que no nos marquen. Si tu quieres enseñar al niño y dejas el resultado atrás, al final tienes que situar al niño donde se sienta cómodo. Si que puedo enseñarle, con las condiciones que tiene el niño de anárquico y con su calidad a posicionarse. Yo no estoy de acuerdo con que cada niño tenga su posición, si en ir variándolo, no marearlo, pero en periodos de meses poder enseñarles posiciones diferentes de juego. Tienes que tener un proceso durante el Fútbol 8 para que el niño ocupe varias posiciones, porque después va a llegar a fútbol 11 y va a ser totalmente diferente, el banda va a ser lateral, el media-punta va a ser delantero», medita un poco» Al final al niño lo tienes que poner donde ellos se sientan cómodos, no tú necesidad.
P- De momento solo entrenas fútbol 8 ¿te apetece, entrenar más mayores, otras categorías infantiles, cadete?
R- Si que me gustaría, es un reto muy bueno, ya que me gustaría contagiar mi fútbol, lo que he vivido me gustaría contagiarlo, transmitirlo.
P- ¿Cambia mucho el fútbol de fútbol 8 a fútbol 11?
R- Es un cambio muy grande, sobre todo por la madurez del jugador, hay jugadores (maduros) que se adaptan bien, y hay que no. Hay quién quiere jugar al fútbol y hay que solo va por ir con los amigos. Es una edad complicada, porque se juntan varios formas de verlo, quiero jugar al fútbol o voy por jugar con mis amigos, los dos son buenas, pero la forma de verlo es diferente.
Técnicamente y dimensionalmente el campo es más grande, los esfuerzos son mucho mayores, los niños no desarrollan igual, unos lo hacen a los doce, otros a los trece, otras más tarde, hasta juvenil que ya se iguala el físico.
P-¿Puede ser que resulte más atractivo un partido de fútbol 8 de alevines a uno de infantiles?
R-Personalmente, veo mas entretenido un partido de fútbol 8 de alevines, que uno de infantiles, es más lindo.
P- En uno de tus equipos, el Benjamín A de Cracks entrenas a tu hijo, ¿ha sido dífícil para los dos asumir un rol diferente a de padre-hijo y jugador-entrenador?
R- Para mi, poco, porque yo creo que tengo las cosas claras en el fútbol; pero a él le costó un poco más. Es cambiar el chip de padre a entrenador, ¿que veo a mi padre? o ¿veo al entrenador?, pero lo asimiló bastante bien. Yo a mi padre le puedo decir, no eso no es así, pero al entrenador no, porque hay 12 niños más.
Es complicado más bien por la parte externa, yo tengo muy claro como actúo, quizás alguna vez he pecado más de llamarle la atención porque es mi hijo, en vez de beneficiarlo, a veces le doy un poco más de caña. Pero de momento es una experiencia muy bonita, que como hablamos antes, siempre recordará cuando sea grande que mi padre fue mi entrenador.
P- Por tu experiencia en banquillos y como padre, ¿Cuál debe ser el rol de los padres en la grada en partidos y entrenamientos, tras los partidos? ¿no crees que se les exige mucho y por otro lado no se les deja vivir su momento como propio?
R- El rol de apoyo, terminar los entrenamientos y preguntarle ¿Cómo te fue?, terminar los partidos y preguntarle ¿Cómo te fue?, poco más, el rol de padre debe ser dejar disfrutar al niño, intentad que el niño disfrute, no metedle presión, si no al final le cortas la niñez.
P- Erik, al igual que tú es un goleador, aún en su corta edad, 10 años, ya se le ve que tiene un instinto diferente, cara al gol ¿es genético?, ¿Se puede enseñar? vamos ¿los goleadores nacen o se hacen?.
R- Tiene de todo, se puede enseñar, pero el goleador, nace goleador, el instinto no se enseña, saber donde va a caer la pelota, cuando entrar y empujarla, cuando se le va a escapar al portero, cuando el defensa puede errar. (sonríe de manera pícara…) Bueno, en su caso es genética.
De hecho, gente que me ha visto jugar, mi mujer, compañeros, me dicen «Erik es como vos, pero en pequeño, los movimientos que hace son similares a los que haces vos», para la corta edad que tiene es un rematador nato, lo digo ahora que no nos oye, porque si no…
Emilio se define como rematador nato, si bien «antes de joven si que me gustaba mucho regatear, tirar caños, pero en Villarreal me cortaron eso, era jugar rápido, dos toques. Por eso ahora, no quiero quitarselo a los niños, en Uruguay si que jugaba así, pero aqui me cambiaron esa forma de jugar, acá era tocar de cara y a rematar».
P- Una pregunta también muy habitual, que me imagino que siempre hacen a los uruguayos, es la de como un país tan pequeño saca tantos futbolistas de calidad, pero no te la vamos a hacer, pero si miramos, Forlán, Luis Suarez, Cavanni, Stuani o aqui en Valencia, Maxi Gómez, o en tu caso, hay una gran cantidad de grandes goleadores uruguayos ¿ A que es debido? ¿Se entrena diferente? ¿Se juega diferente? o ¿Se siente diferente? O ¿se vive diferente el fútbol?
R- De todas esas opciones, se vive diferente el fútbol, creo, (duda…) al final los entrenamientos los vivís, jugar es un partido, pero igual lo vivís. El no querer perder, el hambre de gol, el gen competitivo siempre lo tienen; Súarez, Stuani, no marcan un gol en 2 semanas y se vuelven locos, no es por el dinero, no, es por el hambre de gol.
Es como vivimos el fútbol, allá te levantás, te acostás con la pelota, vas al frutero hablan de fútbol, vas a la farmacia hablan de fútbol, vas al bar hablan de fútbol. Nosotros somos tres millones, la mayoría en Montevideo y vayas donde vayas hay una pelota y un niño. Lo vivimos.
P- ¿No crees que en las escuelas se fomenta poco esta competitividad?
R- Personalmente creo que si, se debería fomentar más, no está reñido con la educación con ser equipo. El pensar en ganar no quiere decir que deje lo demás de lado y valga solo ganar, al revés, el ganar lleva unas enseñanzas para llegar a ganar, un orden, una disciplina. Por tanto, hay que enseñar a que no siempre vas a ganar, a que el otro es mejor, ese es el camino para llegar a ganar bien.
P- ¿ Y como se puede fomentar esa competitividad?
R- Es difícil, con actividades de grupo, en todos los equipos hay líderes, hay que captarlos, para que ellos transmitan al resto ese gen competitivo. Es complicado enseñarlo. Debe ser el entrenador el que lo transmita.
Pone como ejemplo el documental de Maradona en Sinaloa, como sin apenas hablar de fútbol, hablando de uno en uno con cada jugador, Maradona les saca lo mejor. Emilio vuelve a su filosofia «El niño que necesita tirar un caño que lo tire, el que necesita ir fuerte que vaya, el que necesita que no le digas nada, no le digas nada. Al final lo que te hace un equipo competitivo es que todos estén a gusto.»
Miro el reloj y son las seis, tenemos que acabar, porque empieza el entrenamiento con uno de sus equipos. Hemos estado una hora hablando de la vida, de la familia, del fútbol, y está claro que para Emilio todo eso va unido. Oyéndole hablar de fútbol, de su fútbol, entiendes que para él no es solo un deporte, para él es una pasión.